
Contrario a la opinión publica y creencias, el agua de lluvia ha comenzado a pasar por cambios que afectan la calidad de la misma. Por muchos años el agua de lluvia llego a ser parcialmente potable mas que todo por las condiciones climáticas.
Estas condiciones climáticas han variado durante el tiempo debido a muchos factores de entre los cuales se encuentran el constante cambio climático, la contaminación, el incremento de rayos ultravioleta y cambios atmosféricos. Muchos de estos catalizadores no son de control humano y otros sí pero ambos tipos han cambiado la realidad del agua de lluvia.
Como otro dato, el agua de la lluvia ha dejado de ser segura incluso en zonas de la Antártida o en el Tíbet debido a la presencia de sustancias creadas por el hombre. Así lo demuestra un estudio realizado por la Universidad de Estocolmo y ETH Zurich.
PFAS presentes en la lluvia
Los PFAS son perjudiciales para la salud y para el medio ambiente. Estos se han ligado directamente con daños graves como cáncer, problemas de aprendizaje y de conducta en los niños, infertilidad, aumento de colesterol, problemas del sistema sanitario y complicaciones en el embarazo.
Las PFAS (siglas en inglés de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) se encontraban inicialmente en envases, champú y maquillaje, pero ahora se han extendido a todo el medio ambiente, incluidos el agua y el aire.
Como potabilizar el agua de lluvia
Para aprovechar el uso del agua de lluvia se recomienda la combinación de estructuras y soluciones de bombeo para este fin.
De forma sencilla se puede iniciar con un sistema de almacenamiento (tanque de agua potable) que recolecte el agua de lluvia. Seguido, se debe crear un sistema de filtración, el cual serviría como percusor de limpieza para el agua.
Ya en una solución mas avanzada se podría incorporar el uso de bombas de agua para distribución de la misma, todo de acorde a la necesidad del usuario.